El Queso de San Simón da Costa tiene varias características que lo hacen único, es un queso de leche de vaca, de pasta semidura, fina, grasa, semielástica, con pocos ojos y pequeños, de corte fácil, igual que lo es la corteza, oscura debido al proceso de ahumado que se le proporciona con madera de abedul. Su interior es de color claro, amarillo pálido. Sobre su degustación, hay matices variables según su tamaño y su curación, en cualquier caso, siempre superan las expectativas, cada vez que lo saboreas, está más rico.
El ahumado y su forma de peonza o bala son las claves de su identidad, así como la corteza exterior brillante, lisa y cerosa, de color parduzco. El interior es compacto y casi ciego, de color amarillo claro.
Es un queso nada salado, poco graso y ligeramente ácido, con un sabor en el que predomina su característica ahumada, más o menos intensa.
Podemos encontrar dos formatos de Queso San Simón da Costa, el grande, con un peso de entre 800 gramos y 1’5 kilos, con una maduración mínima de 45 días.
El otro formato es el conocido como Bufón, un queso más pequeño, de unos 0’4 y 0’8 kilos, al que se le proporciona una curación mínima de 30 días. Sobre la forma del Queso de San Simón sobran las palabras viendo las imágenes, la definen como forma de peonza o bala, y aunque antiguamente se formaba así porque resultaba práctico a la hora de modelar el queso con las manos, actualmente son unos moldes los que se realizaron a su semejanza, para conservar la tradición.